El arquero de la Selección Argentina ya fue protagonista en la definición de un torneo infantil de Mar del Plata.
Todos hablan de las cualidades de Emiliano “Dibu” Martínez en los penales. Con la Selección Argentina ganó las cuatro tandas decisivas que disputó, la más reciente en los cuartos de final frente a Ecuador por la Copa América Estados Unidos 2024.
Luego del empate 1-1 en tiempo reglamentario este jueves en Houston, Lionel Messi inició la definición con un remate al travesaño, luego de “picar” el balón. Pero después el arquero marplatense atajó los dos primeros que ejecutó Ecuador para dar vuelta la serie, que terminó 4-2 en favor del campeón del mundo.
Las mismas virtudes (elasticidad, fuerza de piernas y personalidad) ya las mostraba en sus inicios, cuando todavía no era “Dibu”, el apodo que le pusieron en la pensión de Independiente de Avellaneda. Claro sus condiciones naturales las perfeccionó a base de entrenamiento.
A los 10 años, con la camiseta de San Isidro de la Liga Marplatense, “Dibu” tuvo su primera gran experiencia en una definición por penales. Ocurrió en un cruce ante el Independiente local por el Torneo “Dragón Verde” que organiza tradicionalmente Kimberley.
“Para asegurar el primer penal, decidimos que vaya Emiliano. Le pegó muy fuerte, como siempre, y la pelota rebotó en el travesaño“, contó su entonces entrenador Jorge Peta.
“Estábamos ‘al horno’, tristes. Pero recuerdo bien que él se mantuvo muy tranquilo. Después atajó dos y ganamos”, cerró entre risas. Situación que se repitió varias veces durante la carrera profesional del marplatense.
Su padre, Alberto Martínez, rememoró ante LA CAPITAL otra historia que describe una habilidad que muy bien aplicó Emiliano en los penales.
“A veces podíamos comprar un solo par de medias. Me lo escondía atrás de la espalda y les preguntaba a mis dos hijos (el otro es Alejandro) en qué mano estaba. Ellos tenían que elegir. No sé cómo hacía ‘Emi’, pero siempre ganaba”, dijo todavía sorprendido “Beto”.
Era intuición. La que también empleó con éxito el arquero en las definiciones por penales ante Colombia en la Copa América Brasil 2021 y frente a Países Bajos y Francia en el Mundial Qatar 2022.
En Mar del Plata, “Dibu” se inició en General Urquiza y después pasó a Talleres, club ubicado muy cerca de su colegio, el Sagrada Familia. De allí fue a San Isidro de la mano de “Cacho” Gonzalo y Jorge Peta, sus formadores. Entrenaban en la plaza Sicilia del barrio Colinas de Peralta Ramos, sin luz ni los elementos básicos. Pero a los chicos poco les importaba: sólo querían jugar.
La clase ’92 de San Isidro tenía un gran equipo. “A ‘Dibu’ le hacíamos ejecutar tiros libres y penales. A veces se aburría porque no le llegaban y le daba la pelota a los rivales para que le pateen”, es otro recuerdo de Peta, quien agregó. “Nunca faltaba a un entrenamiento y, si podía, se quedaba más tiempo con su padre”.
Esa responsabilidad con la que se formó hace más de veinte años en Mar del Plata fue la que lo llevó a ser hoy leyenda en el arco de la Selección Argentina.